
En esas horas de angustia, ¿dónde puso ella su Corazón?
En dios, que era en las sombras claridad, en sus dolores consuelo, en sus dudas dirección y en sus inquietudes descanso.
Dichoso el cristiano que ha aprendido a mirar al cielo.
Virgen mansa de corazón, que todas las inquietudes de la vida no logren hacerme perder la paz en mi alma.
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